Primero quiero disculparme por la ausencia ya que no pude avisar pero no he podido usar ningún ordenador hasta hoy, pero bueno, no se le puede hacer nada, hoy toca la poesía y con eso nos enganchamos de nuevo a la rutina,espero que os guste y que hayais echado de menos al blog.

Nueva pieza de prosa poética, porque quiero cambiar y porque así llegará un nuevo mensaje oculto

Sueños.

Era una tarde fría, aunque aun era otoño el paisaje reflejaba la proximidad de la Navidad por todas las zonas de la ciudad.

Empezaban a caer los primeros copos de nieve sobre mí, mientras yo caminaba absorto en mis mundanos e inútiles pensamientos. Sin darme cuenta mis pasos me llevaron ante aquel edificio que tantas veces despertó la curiosidad, admiración y temor en mí. Me detuve a contemplar como la nieve cubría sus inclinados tejados y como las luces de navidad le daban un toque de vida y calor que jamás poseyó.

De repente el frío cesó, la nieve comenzó a caer más rápido pero a un ritmo regular, y el viento paró. La nieve seguía cayendo sobre mí cuando de repente me encontré con una figura conocida que doblaba la esquina.

Era ella, escondida bajo su oscuro abrigo y su bufanda y su gorro de color primavera. Conforme se acercaba más hacia mi, la nieve caía más despacio, tanto que podía adivinar las formas de los cristalitos de agua congelada que formaban los grandes copos.

Impulsivamente, me acerqué a ella y pude ver como sus ojos me sonreían. Durante unos segundos nos abrazamos sin decir nada y mi corazón escapó más allá de donde alcanzan los sueños.

Pero irremediablemente, fue un sueño, y me desperté recordando su sonrisa.



Nos vemos mañana, por cierto, no os olvideis que a la vuelta de la esquina están las vacaciones de Navidad, así que no decaiga el ánimo, jeje.

1 comentarios:

Néstor Gómez Cortés dijo...

rebienvenido, se te hechaba de menos.

Ya pensaba que lo habías dejado jeje