El amor no se puede escribir
ni tampoco razonar.
Si lo intentas vivir
te acabará por destrozar.

A veces las cosas
son tan complicadas
que no se pueden definir
y acaban por ser olvidadas.
Otras veces inventamos
una respuesta simple
para tan compleja realidad
pero esta es tan visible
que nos perdemos en su eternidad.
A veces un te quiero no significa
a tu lado quiero estar,
más bien es lo contrario:
sólo deseo tu felicidad.

Existe esa dama
escondida en la amistad
que ama escondida
pero que busca su felicidad
en los brazos de aquel hombre
que la ayuda a respirar.

Existe aquel pobre poeta,
mísero animal
que busca por los rincones
una segunda oportunidad,
pero sólo encuentra cajones
llenos de maldad,
de este mundo tan sombrío
y una amarga soledad.
Él no puede nunca
con la amada descansar
ni poder en sus brazos
de sus besos disfrutar.

Y por eso escribe
en las noches de metal
y así de momento vive
intentando escapar
de un amor que le persigue
y que nunca se apagará.

Por Tomás Damián Mora Podio

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