La vida sigue igual,

al fin y al cabo

siempre es lo mismo

con distinto color:

un día es azul

y el siguiente amarillo.


El azul de mi princesa

el amarillo de aquel paraguas

un arcoiris de historietas

todas llenas de fantasmas.


La vida es fluir

pero fluye despacio,

lo que ayer fue gris

hoy no será un milagro.


Si tú crees que así será

verás todo lo contrario.

Si crees que no podrás,

tu meta terminarás alcanzando.


La vida no es un juego,

es una pelea contra el destino

en la que te encuentras tu solo

en un desierto y perdido.


Por Tomás Damián Mora Podio

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