Me siento en la arena
y siento las olas respirar.
Finísimas almas se escapan,
se escurren entre mis dedos,
tienen ansias de volar,
pero se las lleva el viento,
se fugan y no volverán.

Y aún te recuerdo,
y pienso que no volverás,
que aquellos días quedarán lejos,
que jamás volveré a volar.

Y aquí te escribo,
sin saber por qué,
soportando este frío
y sabiendo sin querer
que sólo somos amigos
y que me muero por tener
un futuro contigo
más allá de la piel.

[Y aquí sigo escribiendo,
escribiendo sin cesar,
miles de poesías sin título
que me alejan del mar.]

Por Tomás Damián Mora Podio

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