La única unidad de tiempo que importa son los latidos. Incluso si el mundo estuviese en silencio, incluso en una habitación oscura cubierta por cinco capas de aislante, serías capaz de contar tus propios latidos
Paul Ford, “10 Timeframes”
El tiempo. Cuando se rompe en minutos, horas, días, unidades tan pequeñas comparadas con una vida entera parecen ni exitir. Es casi como una realidad a la que todos estamos adheridos y que existe sólo porque así lo hemos acordado. Por otro lado, el tiempo siempre va hacia delante. Infinito. Brusco cuando se divide en años, decádas y siglos.
Las unidades más pequeñas, insignifcantes comparadas con una vida, son también las más estresantes. Las más frustrantes. Estaba harto de ello.
Me dí de baja del reloj
Tiré mi reloj a la basura. Apagué los resplandecientes relojes digitales verdes y azules que parecen llevar todos los aparatos actuales – microondas, cocina, DVD. ¿Y el de la esquina de la pantalla de mi ordenador? Quitado. Mi iPhone, lo cambié a una horaria aleatoria así que, tecnicamente, todavía tiene un reloj,¿pero a simple vista? Casi inútil.
Los efectos fueron inmediatos. Los primeros días fueron muy confusos. Trabajé en mi portátil todo el día, totalmente absorto creando cosas. No tenía ni idea de si eran las 11 de la mañana o las 7 de la tarde, y no me importaba – ¡era genial! Fui capaz de perderme de verdad en un proyecto sin tener un reloj que me distraiga todo el rato.
Aprendí a leer el sol – una habilidad que se adaptó por cuenta propia, así que fue sorprendente cuando me encontré mirando por la ventana intentando hacerme una idea de si había acabado de trabajar por el día. Me he probado a mí mismo y soy bastante preciso, incluso con el cambio de estaciones.
3 meses después
Aunque me he acostumbrado a la libertad mental, después de tres meses, los mayores cambios se han quedado. Estoy menos estresado. No me preocupo sobre el tiempo que me lleva hacer las cosas ni me molesto en considerar lo que deberían llevarme- Sobre una vida, un par de minutos extra aquí o allí es un error de redondeo y un precio que vale la pena pagar por los beneficios.
Ya no estoy encadenado al reloj. Mido mi vida en latidos y años, las únicas unidades significativas para mí.
Para ser franco: Usé el calendario de mi teléfono para que me notificase antes de una cita.
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Visto en Stevecorona, traducción propia
Comentario: Toda la experiencia parece muy interesante pero, sinceramente, ¿quién se lo puede permitir con clases o trabajo? Reconozco que estaría bien intentarlo durante un par de días pero en verano y sin preocupaciones, ¿vosotros que pensáis?