¿Quién no ha jugado nunca al tetris? Este es posiblemente el videojuego más conocido de todos los tiempos, aunque en un principio sólo estaba disponible para PC pronto se extendió a otras plataformas, la GameBoy de Nintendo le debe mucho a este juego ya que contribuyó mucho a que también se hiciese famosa la portatil de Nintendo.

Ya que es su aniversario os dejo el artículo completo del 20 minutos con todo lujo de detalles y si os entra el mono al final del artículo hay un enlace para jugar online.


20 minutos:

El Tetris, uno de los vídeojuegos más populares de la historia, cumple esta semana su 25 aniversario en plena forma, vendiéndose más que nunca y con la ambición de convertirse en el primer deporte virtual.

"Simplemente es un buen juego, sencillo, comprensible y fácilmente exportable a nuevas plataformas, por eso ha sido tan popular y estoy seguro de que lo seguirá siendo", explicó hoy a Efe su inventor, el ingeniero ruso Alexey Pajitnov.

La dinámica efectivamente es muy sencilla: hay que rotar y desplazar piezas ortogonales de distintas formas mientras descienden a una velocidad constante por la pantalla.

Una vez que se acomodan los bloques de forma que completen una línea horizontal, ésta desaparece, lo que libera espacio de juego y facilita la colocación de más figuras. Se pierde cuando las figuras se acumulan en la pantalla y llegan al extremo superior.

El nombre del juego deriva de tetra (cuatro), en referencia al número de cuadrados que conforman cada figura.

Aunque cuando lo creé me pareció que había tenido una gran idea, nunca imaginé su éxito

"Aunque en el momento de crearlo me pareció que había tenido una gran idea, jamás pude imaginar que tendría este éxito", reconoce 25 años después su creador, quien se considera "un jugador de Tetris relativamente bueno, aunque soy tradicional y sigo jugando en el ordenador".

El 6 de junio de 1984 y tras sólo dos semanas de trabajo, un treintañero Pajitnov completó la primera versión del Tetris, aunque su despegue comenzó en 1985, cuando se adaptó para que pudiera usarse en ordenadores personales y luego en consolas.

A partir de ahí, su ascenso fue imparable y las versiones para distintas plataformas se multiplicaron.

En este proceso tuvo un papel fundamental Henk Rogers, quien sabía que Nintendo quería lanzar la Game Boy y buscaba un juego con el que acompañarla.

"Tetris era muy sencillo, y consistía en crear orden a partir del caos", explicó Rogers en una entrevista, en la que consideró que mientras "los chicos jóvenes en determinado momentos necesitan de la violencia y la destrucción para probarse a sí mismos, el resto de la población prefiere crear".

La primera vez que vio el videojuego fue en una feria en Las Vegas (Nevada) en 1988 y en seguida supo que era el juego que necesitaba Nintendo. De hecho, Tetris fue el que encumbró a la Game Boy, una de las consolas más vendidas del mundo.

Se trata de un juego enormemente adictivo

En la actualidad se juega en más de 50 países, ha sido traducido a otras tantas lenguas y se han vendido hasta 75 millones de versiones para dispositivos móviles.

El segundo videojuego más popular de la historia según el libro Guinness de los récords ha llegado a estar disponible en hasta 75 plataformas (59 hoy en día), entre ellas el iPhone, la Wii y hasta Facebook, donde se juega más de un millón de veces al día.

Además, está entre las 20 aplicaciones más vendidas jamás en la tienda iTunes de Apple, para dispositivos como iPhone o iPods.

Tal y como reconoce Rogers, el juego es "enormemente adictivo" y tiene la capacidad de cambiar la forma de pensar de un jugador habitual, que puede llegar a tratar de visualizar y acomodar mentalmente las diferentes formas que se encuentra en la vida real, como si de piezas de Tetris se tratara.

Este fenómeno ha sido muy estudiado e incluso ha dado nombre al llamado "Efecto Tetris", utilizado para referirse a la capacidad que tiene una actividad de controlar los pensamientos e imágenes mentales de una persona, si ésta le ha dedicado mucho tiempo.


Jugar al tetris Online

Mañana la poesía de Tomás, ¡nos vemos!

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