Aguacero de Mayo
llegado en Junio,
tú y yo nos miramos
bajo un paraguas de luto.

Tú y yo, dos extraños
en un intercambio de miradas,
tú y yo nos besamos
frente a un portón de gárgolas,
guardianes de nuestros secretos,
de tu belleza y de mi miedo,
de la locura que regresa
y del futuro que nos espera.

Y la lluvia caía
y resbalaba por tu piel,
y yo me escapaba
en tus labios de miel.

Ya no somos dos extraños
que no saben que hacer,
somos presos libres
que huyen del ayer.

Por Tomás Damián Mora Podio

Esta vez Tomás (creo que para torturarme) en vez de enviármelo por e-mail me ha pasado una fotocopia del original escrito a mano, después de un rato analizando cada letra creo que he podido
escribirlo bien,jeje, era broma, no es para tanto y yo no soy el más indicado para hablar.

Yo sigo pensando que estos cambios de estilos tan radicales no pueden ser buenos, al final ha vuelto a las "ñoñerías", lo cual no quiere decir que esté mal, sino todo lo contrario.

Esto es todo por hoy, mañana más.


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